Cuidado cuando vayan al cine!

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La película «Golden compass» («La brújula dorada»), salió a principios de diciembre. Se trata de una super producción dirigida principalmente a niños y etiquetada como película familiar. Esta película se basa en una serie de libros («La brújula dorada»; «El catalejo lacado» y «Luces del norte») del autor británico llamado Phillip Pullman que, desgraciadamente, no oculta en los textos un verdadero odio hacia todo lo cristiano. Los libros son muy interesantes y están magníficamente escritos.

La película dispone de un gran elenco de actores, incluyendo a Nicole Kidman, Daniel Craig, Eva Green y Sam Elliott. Los productores de la película están esperando que el éxito sea tan grande como el « Harry Potter » o las « Crónicas de Narnia ».

Los principales malhechores en la serie de libros son el Magisterium (la Iglesia católica, a la que representa de una forma detestable y rebosante de maldad). La película presenta a la heroína como una muchacha que precisa matar a Dios, para así liberar al mundo de esa tiranía, esa misión sólo se revelará claramente al final de la trilogía. El aspecto más peligroso de esta película es que toda la historia se presenta de forma que aparezca como algo ino-cente, con efectos especiales espectaculares, y disfrazada como si se tratara sólo de un cuento infantil.

Para encubrir más su mensaje, han quitado del guión de la película los temas más claramente anti-cristianos del libro. La meta de la película es enganchar a familias confiadas en ver una película infantil, de modo que los niños, entonces, deseen leer los libros. En los libros, sobre todo en el tercero, el autor revela ya claramente su ideología: Dios es re-presentado como un anciano esperpéntico (no como el Padre amoroso en el que creemos los cristianos), Lucifer y sus ángeles son representados como las fuerzas del bien y, de hecho, dos de estos seres - que serán de gran ayuda a los niños protagonistas - son una pareja de ángeles varones enamorados uno del otro a quienes no les será dado hacer pleno su amor, gracias a la lucha contra Dios en la que se ven envueltos (no son, pues, los seres en quienes creemos los cristianos: llenos de amor a Dios y a sus criaturas, y por esencia espirituales).

Así que antes de llevar a sus hijos al cine o permitirles que vean éste tipo de películas, piénselo bien, ya que se ponen en peligro muchos valores importantes que pueden hacer daño a su fe y va-lores cristianos. Sea un padre informado y responsable de lo que ven y leen sus hijos, si usted no les daría de comer veneno tampoco permita que éste les entre en la cabeza.