La Imitación de Cristo

Construyendo el camino a la santidad

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Vivo en una carretera muy transitada, que ve mucho tráfico todos los días. Y, por supuesto, a lo largo de los años, la carretera se ha deteriorado lentamente, marcada con baches, grietas, hoyos y lomas cada vez mayores, lo que hace que la carretera sea casi imposible de conducir a veces, ¡y también muy ruidosa!
Por eso me emocioné cuando el Estado comenzó a repavimentar la carretera hace unos meses. Fue un proyecto importante, que involucró mucha planificación y estrategia, ¡pero felicitaciones al Departamento de Transporte por su excelente trabajo! Debido al constante flujo de tráfico durante el día, todo el trabajo se llevó a cabo de noche, bajo el resplandor de penetrantes luces artificiales, y el proyecto se desarrolló sin problemas, con poca interrupción de la vida cotidiana.
Fue un proceso interesante de ver. Primero, la superficie vieja, con cicatrices y rota tuvo que ser remo-vida, fresada hasta su base. Luego se colocó una capa de asfalto nuevo, con franjas temporales. Y luego, un par de semanas después, se colocó la segunda y última capa y se aplicaron las líneas permanentes. Pero en poco tiempo, voilá, había un nuevo camino frente a mi casa, y se restableció la paz y la tranquilidad.
Ahora, por supuesto, este artículo no se trata de la ciencia de pavimentar caminos, sino más bien de sugerir que la repavimentación del camino es una analogía adecuada de la vida espiritual. Y la pregunta es, ¿cómo proporcionamos un camino seguro y sin problemas al cielo?
Bueno, primero, tenemos que eliminar todo lo que está viejo y roto en nuestras vidas, los baches de nuestra vida espiritual. Necesitamos despojarnos de las tentaciones y los malos hábitos, los vicios y pecados, que impiden nuestra jornada espiritual. Se necesita un compromiso serio, porque algunos de estos baches espirituales son profundos y anchos. La penitencia y la oración son herramientas para la renovación, y el Sacramento de la Reconciliación, la Confesión, es también indispensable.
Y luego tenemos que reparar nuestra vida espiritual practicando intencionalmente la bondad, desarrollando las virtudes, tratando de ser cada día más como Jesús. Una vez más, nuestra oración diaria es la clave para progresar. El Estudiar las vidas de los santos también puede ser muy útil, porque ellos nos han mostrado el camino. Finalmente, en nuestro camino hacia la santidad, nada puede reemplazar a la Sagrada Eucaristía: la Eucaristía celebrada, recibida y adorada.
Nuestro camino hacia la santidad es un camino largo y accidentado, y sabemos que de vez en cuando aparecerán baches. Pero nunca nos cansemos de tratar de pavimentar un camino seguro y suave hacia el Cielo.Algo para pensar: ¿Cuáles son los baches de tu vida espiritual?