Rincón de la Familia

Conversación, y oración Camino a la Escuela

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Hoy en el mundo moderno estamos rodeados de constante ruido, y distracciones. Siempre conectados a los medios en l a casa como la televisión, los teléfonos inteligentes y/o las tabletas. En el carro también estamos saturados por la contante música a elevados volúmenes con comentarios muchas veces inapropiados o con doble sentido.
¿Cómo traer un poco de paz a nuestras vidas y compartir más tiempo con nuestros hijos?
Quisiera compartir algunas de las rutinas que tenemos con nuestros hijos en nuestro hogar.
Por las mañanas frecuentemente me toca llevar a mis dos hijos menores Daniel y Gaby a la escuela. Nuestros hijos van a una escuela privada Cristiana que está a 20 minutos de la casa. Ese tiempo se ha convertido en unos momentos especiales para mí y para mis hijos.
Normalmente cuando estoy solo tendría la radio puesta y estaría escuchando algún libro en audio, música religiosa o las noticias.
Pero cuando estoy con mis hijos apago la radio y disfrutamos de un momento de conversaciones. Los primeros 10 minutos les pregunto qué están haciendo en la Escuela, que me cuenten una cosa que han aprendido esa semana, y que proyectos están haciendo en artes, música o deportes.
Para nosotros como padres es importante poder tener esas conversaciones para saber qué es lo que está pasando en sus vidas y también que ellos se sientan que están apo-yados y que son importantes en nuestras vidas.
Cuando ya estamos a mitad de camino, hacemos la oración de la mañana.
Cada día nos turnamos quien va a ser el que dirija la oración. Comenzamos con la señal de la cruz y luego cada uno de nosotros damos gracias a Dios por algo o alguien en nuestras vidas. Luego cada uno ofrece una intención pidiendo por algo o por alguien. Después hacemos la oración del Padre Nuestro, tres Ave Marías y terminamos con el gloria.
A través de las oraciones apreciar un poquito lo que hay en sus corazones y en sus mentes. Me da mucha alegría ver como son muy sensibles y se preocupan por sus compañeritos y frecuentemente tienen a ellos y también a sus padres y hermanos en sus oraciones.
También me alegra ver que son muy agradecidos y sencillos y que tienen a su corta edad una Fe que es propia de ellos y no impuesta por sus padres. Eso se refleja en su manera de actuar y su predisposición a ayudar a los demás.
También en éste tiempo de Adviento y preparación a la Navidad hay bonitas tradiciones que podemos observar.
Alrededor de la mesa, cada noche cantamos Oh Ven Emanuel o algún otro canto y compartimos antes de la cena, una cosa bonita que nos pasó en el día.
También tratamos cada año de adoptar a una familia que está en necesidad y comprar algunos regalos para sus niños.
En nuestro hogar tratamos de no po-ner demasiado énfasis en las cosas materiales y para éste tiempo de Navidad, nosotros los padres les damos un par de regalos a cada uno de los hijos y entre ellos, sacan un papelito y cada uno de ellos tiene un nombre (secreto) de uno de sus hermanos.
La idea es poner más énfasis en pasar tiempo juntos y compartir, que en comprar demasiadas cosas materiales.
Otra tradición son las reuniones de familia de los domingos. Cada 2 semanas nos reunimos en la casa de mis suegros para almorzar y compartir juntos. Siempre comenzamos la comida dando gracias a Dios y haciendo una oración.
Después de las comidas jugamos juegos de mesa como pictionary, categorías u otros juegos similares. Este tiempo siempre es muy divertido.
Es muy bonito crear lindos recuerdos de tiempos compartidos juntos y aún mejor hacerlo con la televisión, los teléfonos celulares y tabletas apagados. Parece ser que esto último es cada vez más difícil en la sociedad moderna.
Vale la pena intentarlo, y crear tiempos de paz para compartir sin éstas distracciones de la tecnología. Recordemos que estamos creando hábitos y Dios la oración siempre debe estar en medio de todo lo que hagamos.

Silvio Cuellar Rincón de la Familia