Demos gracias a Dios por las bendiciones y desafíos en nuestras vidas

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Este mes de noviembre, celebramos el Día de Acción de Gracias y en verdad tenemos mucho por lo cual estar agradecidos, aún si estamos pasando alguna dificultad, cargando alguna cruz. Si tú tienes un techo donde dormir, calefacción, aire acondicionado, una televisión, agua potable, y comida en el refrigerador; da gracias a Dios, pues estás mucho mejor que una gran mayoría de nuestros hermanos y hermanas en el mundo.

Primeramente quiero agradecer a Dios que ya pasamos la temporada de elecciones, realmente este año el discurso político fue demasiado divisorio con candidatos de ambos partidos usando un lenguaje acusatorio y divisorio. ¡Cómo me gustaría volver a los tiempos cuando teníamos candidatos con principios, enfocados en discutir soluciones a los problemas desde sus puntos de vista, sin insultar y denigrar constantemente al opositor!

A pesar de esto, debemos estar agradecidos que vivimos en un país donde podemos expresarnos libremente, trabajar duro y esmerarnos para poder darle un mejor futuro, a nuestras familias y descendientes. Recemos para que este bello país, continúe siendo una luz de libertad en el mundo, y que podamos mandar mucha más ayuda que armas, a los países necesitados, o en situaciones de emergencia. De hecho, recemos por un mundo en paz y solidaridad.

En lo personal, estoy muy agradecido con Dios por mi familia, especialmente por tener todavía conmigo a mis padres. Aunque mi papá tiene una salud delicada, doy gracias a Dios por los momentos en que podemos pasar juntos compartiendo alguna comida, una conversación y una oración.

Recientemente mi hija menor Gaby, ha estado sobresaliendo en el fútbol (soccer) y el equipo de su escuela terminó la temporada invicto. Como padre, he estado disfrutando los partidos, sacando muchas fotos y videos, ayudándole a preparar un perfil para su futuro ingreso a la universidad. Son momentos preciosos que disfrutamos en familia.

También estoy agradecido, por la oportunidad de servir a Dios a través de la música cada fin de semana, animando en misas, quinceañeras, bodas y funerales. Especialmente los funerales, son oportunidades de darle consuelo y esperanza a las familias a través de la música.

Finalmente, quisiera compartir algunas tradiciones que tenemos en nuestro hogar para el Día de Acción de Gracias.

Ese día siempre nos reunimos en familia y entre todos nos dividimos la preparación de las comidas y los postres. Cuando éramos más jóvenes, mis suegros también preparaban comida para el comedor comunitario de la iglesia, donando parte de su tiempo, talento y esfuerzo.

Antes de la comida, siempre comenzamos con una oración y nos turnamos cada año quien va a dirigirla. Durante la comida, aprovechamos para hablar de las cosas que están pasando en nuestras vidas, y cada uno alrededor de la mesa va diciendo una cosa por la que están agradecidos.

Frecuentemente, tenemos algún invitado, alguien de la parroquia que tal vez está solo y no tiene algún familiar y le invitamos a compartir con nosotros ese día.
Después de disfrutar la comida y los postres, nos reunimos todos en la sala y pasamos un muy lindo momento jugando juegos de mesa, o de preguntas y respuestas, dejando de lado la televisión y los teléfonos celulares. Tratamos de mantener el día positivo, no ponernos a hablar de cosas controversiales y más bien aprovechar ese tiempo para reconectarnos como familia.
Tratamos de vivir ese día la frase del padre Patrick Peyton, C.S.C. que decía, "la familia que reza unida permanece unida".
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Silvio Cuéllar es un escritor, compositor de música litúrgica y periodista. Fue coordinador de la oficina del Ministerio Hispano y editor del periódico El Católico de Rhode Island en la Diócesis de Providence.