El arzobispo Richard G. Henning recibido con una gran bienvenida en la Arquidiócesis de Boston

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BOSTON - Siete Cardenales, más de 50 Obispos, 500 sacerdotes y miles de Bostonianos esperaban con ansias a su nuevo arzobispo Richard G. Henning, mientras se dirigía a tocar la puerta de la Catedral de la Santa Cruz el 31 de octubre.
Después de un año y medio como obispo de Providence, el ahora arzobispo Henning estaba a punto de ser instalado en su nuevo ministerio como el décimo obispo y séptimo arzobispo metropolitano de Boston.
Al entrar en su nueva catedral, fue recibido por su predecesor, el ahora cardenal retirado Seán P. O’Malley, OFM Cap., revestido con su casulla blanca y una mitra dorada ornamentada. Mientras esperaba dentro del vestíbulo el momento de entrar en procesión a la nave, el arzobispo Henning observaba con una sonrisa orgullosa cómo los Caballeros de Malta y los Caballeros del Santo Sepulcro desfilaban frente a él desde el exterior.
Siguiendo a los caballeros, un mar de clérigos llenos de alegría, vestidos de blanco, hacían cola arriba y abajo por la avenida Harrison, frente a la catedral. El arzobispo asintió y saludó a un sacerdote aquí y a otro obispo allá. Algunos de los sacerdotes presentes viajaron desde la diócesis de Providence, incluidos, por nombrar algunos, monseñor Albert Kenney, el padre Michael Najim, el padre Ryan Connors, el padre Bernard Healey y muchos otros, con el padre Nathan Ricci sirviendo como maestro de ceremonias asistente para el evento. El obispo de Portland, Maine, James Ruggeri, ex párroco de la parroquia de San Patricio en la diócesis de Pro-vidence, también estuvo presente.
Cuando el arzobispo Henning llegó a la Catedral, estaba todo repleto, un lugar para una capacidad de 1,700 personas. Él caminaba junto al Cardenal Sean O'Malley mientras comenzaba la misa. El cardenal Christopher Pierre, nuncio apostólico en los Estados Unidos, agradeció al ex jefe de la Arquidiócesis de Boston y leyó el mandato apostólico que nombraba al arzobispo Henning como su sucesor.
Entre aplausos de bienvenida, el arzobispo recién instalado recorrió la catedral, mostrando a la multitud la bula papal del Papa Francisco que lo nombró para el cargo. Luego ascendió a la cátedra, antes de que los representantes de la arquidiócesis se acercaran para saludarlo.
En su homilía, el arzobispo Henning le puso un poco de buen humor a sus humildes palabras y ha- ciendo chiste sobre los Red Soxs, para después hacer una reflexión sobre el tema, "Creo”.
"Dios desea compartir la vida con nosotros, ser nuestro socio. … Este Dios que es amor, que es todopode-roso, que es el creador, que es fiel, se acerca a nosotros en relación, en asociación. Esto lo creo. Y creo que esta relación es profundamente personal”. Habló sobre el poder salvador de Cristo a través de su sacrificio en la cruz, la redención del mundo. “Por indignos que seamos, pecadores todavía, Él camina con nosotros”.
Su voz se volvió apasionada al hablar sobre las relaciones, en particular la que existe entre Dios y su pueblo. “Las relaciones… nos exigen, y con razón”. Afirmó que esta relación exige adoración —“la vida de gracia, la vida de virtud comienza allí”— y solidaridad. “Por lo tanto, estamos desafiados, convocados, se nos exige que seamos personas solidarias y compasivas, de sanación y esperanza. Y, sobre todo, personas que vivamos ese amor de Jesucristo en nuestras propias vidas y como comunidad. Es el mayor regalo que podemos dar a Dios y a los demás”.
El admitió que "al comienzo de mi camino aquí con ustedes habrá retos y cosas muy difíciles que afrontar. Estoy seguro de que algunos días serán difíciles y me sentiré cansado, pero sabemos que pase lo que pase en cualquier día, pase lo que pase, Jesús sigue siendo el Señor ".
Concluyó su homilía con una declaración y un desafío a la gente de Boston.
“Creo en todo esto. ¿Qué creen ustedes?”. Luego les pidió que se pusieran de pie y profesaran con él el Credo de Nicea, el corazón de las creencias católicas.
En sí la misa fue una combinación de adoración contemporánea y tradicional, con el himno, “Amazing Grace” el cual lo cantó el coro diocesano Afroamericano. Estuvo también el coro lituano y la comunidad haitiana, el coro del Seminario The Redemptoris Mater y el coro gregoriano. También las lecturas se recitaron en portugués y criollo haitiano, en fin, en varios idiomas.
Después de la misa el arzobispo Henning se detuvo a saludar a sus padres, Richard y Maureen Henning, en un emotivo abrazo.
Richard solo pudo profesar sobre su hijo: “Orgullo, orgullo, orgullo. Esto es maravilloso”.
Maureen también tuvo dificultades para expresar sus sentimientos en un día tan alegre. “Es difícil expresarlo con palabras, es simplemente increíble y todos nos sentimos muy bendecidos”.
Ocho de los antiguos feligreses y amigos del arzobispo Henning de Long Island asistieron a la instalación, incluida Joan Dlouhy.
“Es un muy buen amigo y fuimos a verlo a Providence”, dijo.
Ella y su esposo lo conocieron hace 25 años cuando era asistente en la parroquia de San Patricio en Bayshore Long Island y también trabajaba en una parroquia de Ocean Beach en Long Island mientras era Obispo Auxiliar.
"Es un gran amigo, pero lo más importante es su fe tan ferviente como pastor para su pueblo” dijo Joan. "Nos sentimos muy tristes cuando dejo Nueva York, pero felices por la gente de Providence y sabemos cómo se sintieron cuando tuvo que dejarlos, pero debemos compartirlo con otros para que se den cuenta como es él".
Su esposo, Barry, estuvo de acuerdo. "Es un verdadero pastor quien no solo cuida a sus ovejas, sino que llega a ser parte de una cultura, por eso fue llamado a Boston. En la misa el arzobispo Henning hablo en español y mencionó como esta cualidad le va a ayudar en su nuevo trabajo. Carlos y Gabriela Bernal son bilingües y lo elogiaron por su entusiasmo y energía. "Va a ser un honor trabajar con él. Estamos muy contentos y felices de tenerlo aquí, él es muy especial".
“La llegada del arzobispo a Boston es un gran nombramiento. Es un hombre maravilloso de la Iglesia con un maravilloso corazón pastoral. Sé que para la gente de Rhode Island es una gran pérdida. Estuve allí para su Misa de bienvenida y fue recibido con gran alegría. Y le encantaba estar en Rhode Island, realmente le encantaba. Pero en obediencia al Santo Padre, él está aquí ahora y sabemos qué hará un trabajo increíble aquí como lo hizo en Rhode Island también”.
Aunque el arzobispo de Hartford, Christopher J. Coyne, dijo que “solo tuve la oportunidad de conocerlo oficialmente un par de veces cuando yo era metropolitano y él era obispo de Providence”, conoció al arzobispo Henning mientras estaba en un retiro.
El obispo de Rhode Island, que se refirió al arzobispo como “un hombre amable y gentil”, afirmó que: “esta gente lo va a amar. Creo que va a ser un pastor para los sacerdotes, especialmente aquí en Boston, algo que es muy útil y bueno para la diócesis”.
La hermana carmelita Marie Paul,sacristana de la Catedral de la Santa Cruz, dijo a Rhode Island Catholic que está contenta de que el arzobispo Henning sea un “gran oyente”.
“Es compasivo, comprende y tiene un gran corazón”, dijo.
“Así que eso es lo que necesitamos, un buen pastor, y espero que nos pastoree con compasión y comprensión. Dios lo hará a través de él. Tiene que tener confianza y simplemente entregarse al liderazgo de Dios. Él lo guiará, y a través de él, nos guiará a nosotros”.
El diputado de estado de los Caballeros de Colón, Joseph Carrignan, encabezó un contingente de caballeros de Rhode Island a la instalación del arzobispo Henning.
“Es un día especial. Estamos perdiendo a un gran obispo, pero Boston está ganando un gran arzobispo”, dijo Carrignan.
Después de la misa, se celebró una recepción en la cercana central eléctrica SoWa, donde los invitados pudieron disfrutar de aperitivos y saludar al nuevo arzobispo en una fila de recepción.
Entre los asistentes se encontraban la presidenta del Rhode Island Serra Club, Lisa Kline, y su hijo Joshua, un estudiante de último año y líder estudiantil en la escuela secundaria Bishop Hendricken.
“Todos lo amamos, así que no queríamos perdernos el día de hoy para poder apoyar al arzobispo Henning en oración, con nuestra presencia, de la misma manera que nos ha bendecido con sus oraciones y presencia para la gente de Rhode Island, así que no podíamos esperar para estar aquí para él hoy”, dijo Lisa Kline.
Joshua Kline dijo que el arzobispo Henning siempre fue un líder maravilloso y un partidario del rebaño en Providence.
“Él era el pastor de nosotros en Providence, las ovejas, y al igual que el pastor, ahora se ha mudado a otro pasto con diferentes ovejas”.
“Es como la oración de Jabes en la Biblia: ‘Señor, bendíceme y expande mi territorio’”, dijo Lisa Kline. “Eso es lo que el Señor ha hecho por él. Dios tiene grandes planes para él y su pueblo”.