En el Retiro Cámbiame a mí Señor pude vivir esa paz, esa tranquilidad que solo Jesús puede dar

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PUTNAM, CT -El Retiro Cámbiame a mi Señor es una experiencia que sigue transformado vidas, eso fue lo que se puedo apreciar en la misa de clausura del Retiro, en la alegría manifiesta de las 56 participantes que como nos dice la Palabra de Dios “volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído” Lc 2,20;
Para poder compartir un poco de lo que se vivió en este Retiro Ana, una de las participantes contó su testimonio: "Para mí, Cámbiame a mi Señor fue entrar en un encuentro intenso con Jesús por 3 días donde prácticamente uno se olvida de todo". "Algo muy bonito y que a mí me encantó, fue que pudimos estar desconectados de la tecnología, del celular y realmente entregarle ese tiempo a Dios y encontrarnos como mujeres, fue algo maravilloso", dijo ella.
"Recuerdo que cuando nos dieron la bienvenida en mi Parroquia al volver del Retiro yo dije que fue algo tan bonito poder estar desconectadas de las preocupaciones familiares, porque pienso que como mujeres es algo que necesitamos, encontrarnos un tiempo con Jesús, para poder vivir ese momento de gracia; el solo recordar los momentos que yo viví fue algo bonito que me llena de emoción", ella añadió.
"Hay muchas mujeres que no se han encontrado a sí mismas, no pueden sentir la gracia, la misericordia, el Espíritu Santo, porque eso es algo que solo Dios no los puede regalar por medio de estar a solas con El y así poder experimentar esa gracia, esa paz, esa tranquilidad, fue algo hermoso y me encantaría que otras mujeres también lo pudieran disfrutar", dijo ella.
Ella comentó que estaba muy agradecida con el equipo de Cámbiame a mi Señor, unas mujeres muy lindas, muy fuertes en oración, las cuales yo pienso que nos hacen estar fuertes y seguir hacia adelante. "Nos atendieron muy bien desde nuestra llegada a la casa de retiro, la comida estuvo también muy rica, fue un retiro muy bonito".
"Para mí fue aún más especial porque lo terminé con mi mamá fue tan especial, el poder compartir mamá e hija y estar ahí juntas." "También el poder conocer las historias de otras mujeres, sus testimonios y, sobre todo, saber que la gracia de Dios siempre estuvo con nosotras, puedo decir realmente que volvimos renovadas en el Espíritu Santo", ella concluyó.
Que Dios bendiga nuevamente al equipo, tremendas mujeres fuertes que nos inspiran a seguir nos inspiran a hacer mejores cada día.