PROVIDENCE - hace poco más de 20 años tuve la bendición de viajar a la diócesis de Las Vegas para facilitar un retiro litúrgico, en aquella oportunidad me invitaron también a facilitar una charla para los líderes y servidores de la Renovación Carismática Católica. Recuerdo que me quedé muy impresionado al ver más de 200 líderes comprometidos durante aquella reunión.
Más adelante cuando estaba en el liderazgo de la oficina del ministerio Hispano teníamos el sueño de poder organizar algo así en nuestra diócesis. con la ayuda del señor Enrique Méndez quien fue fundador y líder de la escuela de servidores de la Renovación Carismática Católica de la Arquidiócesis de Boston, comenzamos hace poco más de cuatro años el proceso de establecer una escuela de servidores en la Diócesis de Providence.
Recuerdo que el primer año comenzamos con 42 estudiantes de los cuales 20 han perseverado y continúan su formación y en el 2026 recibirán su certificado en una especial ceremonia de graduación.
Gracias al apoyo de la Arquidiócesis de Boston, quienes estuvieron proveyendo profesores durante los primeros años ahora la escuela cuenta con tres niveles y alrededor de 65 estudiantes.
Durante cinco años los estudiantes aprenden sobre la Biblia, la historia de la renovación, la acción del Espíritu Santo, dones y carismas, liderazgo efectivo, como organizar un grupo de oración, evangelización, documentos de la Iglesia, teología moral, apologética y servicio.
Este año la escuela cuenta con el Padre Mauricio Romero, Aida Hidalgo, y Mario Porcayo entre los maestros.
lo más lindo de todo, es poder ver cómo los grupos de oración están creciendo y trabajando en colaboración como parte de una misma iglesia. Celso Vera, el coordinador de la oficina del ministerio Hispano además de contar con un equipo de la escuela, ahora también organizó un equipo con los líderes de los diferentes grupos de oración quienes se encargan de organizar actividades de alcance Diocesano y colaboración entre las parroquias.
Oremos por todos los estudiantes para que perseveren, y que su servicio sea fructífero para la gloria de Dios y el fortalecimiento de su iglesia.
