No somos un matrimonio perfecto, pero apegados a los caminos del Señor podemos caminar hacia delante

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PROVIDENCE - Estuvimos conversando con el matrimonio de Mario y Yazmín Porcayo y estamos muy contentos de compartir la buena noticia de qué Mario asumirá la responsabilidad de Coordinador de la Pastoral Familiar a partir de agosto.
Durante la entrevista Mario dijo: “Me siento muy emocionado por la oportunidad que nos da nuestro Señor y para nosotros es una bendición poder colaborarles a toda la comunidad y mi corazón está entusiasmado para poder seguir haciendo la obra de Dios”.
También estuvimos conversando con Yazmín su esposa, quien estado siempre a lado de Mario apoyando en todas las actividades de las cuales han participado como las danzas en la misa Guadalupana, retiro de familias y eventos para parejas que han organizado entre muchos más.
Ella dijo “siempre hemos estado juntos y por los últimos años nos ha tocado participar en muchas actividades siendo parte de muchos retiros, diferentes grupos y nos ha gustado siempre estar ahí al servicio de la comunidad, trabajando con jóvenes, con niños y bueno también ya que tenemos a nuestros niños en casa todavía”.
Ellos cuentan comenzaron a sentir esta pasión para ayudar a otras parejas unos 15 años atrás cuando asistieron a su primer retiro Cámbiame a mi Señor que patrocina la diócesis. “después tomamos el retiro de familias que coordinaba el doctor José Fermin”, dijo Mario.
“Nuestros hijos estaban bien pequeñitos en esa época y recuerdo que después de hacer el retiro de familias, mi hija Emily nos dijo yo quiero tener una familia feliz”, dijo él. “Eso realmente fue algo que nos impactó mucho como padres y recuerdo que después del retiro de familias el doctor Fermin nos hizo un seguimiento y nos acompañó en nuestro proceso de acercarnos a la Fe, pues no estamos casados por la iglesia. Entonces pudimos tomar conciencia, arrepentirnos y más adelante recibir el sacramento”.
Después del retiro de familias ellos hicieron un Seminario de Vida en el Espíritu, y con cada paso y retiro su Fe y compromiso iba aumentando.
“Después de casarnos hicimos el cursillo de cristiandad, una hermosa comunidad que tiene la diócesis y recuerdo que desde esa época y bueno hasta ahora todos los servidores del retiro de familia son miembros del cursillo”.
Ellos fueron haciendo amistades y encontrando una comunidad con quienes compartían, y después fue-ron invitados a la Arquidiócesis de Boston a unos talleres para parejas. “Estos talleres fueron muy hermosos y de ahí nos fue sembrando en nuestro corazón la inquietud de traer esto a la Diócesis de Providence. Ese fue el llamado de Dios para nosotros de poder traer ese mensaje a esta diócesis y la importancia de ofrecer apoyo a los matrimonios”.
En esa época le comentaron la idea al padre Nolasco y él les apoyó organizando un entrenamiento para parejas a nivel diocesano. “Hoy estamos muy contento de poder continuar esa iniciativa de tener una pastoral familiar”, dijo Porcayo.
Yazmín por su parte dijo: “Durante ese proceso también conocimos a María Batista que nos invitó a colaborar con la catequesis para niños que se hacía en ese entonces en el Santísimo Sacramento en una colaboración de varias parroquias, y después nos invitó a ser parte del equipo de Preparación Matrimonial diocesano donde seguimos sirviendo hoy. Allí nos conocimos otros hermanos con los cuales hemos formado comunidad y nuestros hijos han crecido juntos. Ellos conocieron a nuestra hija maya que es más pequeña”.
Después organizaron un par de Retiros en la parroquia Blessed Sacrament, con el padre Juan Espinosa de los Monteros, el primer retiro de este tipo en su parroquia. “Fue muy hermoso porque a través de nuestra propia necesidad como pareja pudimos ver las necesidades de otras parejas, cayendo en cuenta que eso era lo que se necesitaba, hacer retiros, seguimientos invitar a otras parejas a que se unan a esta misión” ella dijo.
Mario añadió: “Sabemos que esta oficina tenido su historia, y recuerdo que cuando hablamos años atrás con el padre Nolasco pudimos reunir a 25 parejas de diferentes parroquias y comenzar unos talleres con Enrique Méndez de la arquidiócesis de Boston para formar servidores de pastoral de familias”.
De aquellas parejas 10 matrimonios terminaron ese proceso. “La idea era que cada parroquia pudiera tener grupos matrimoniales y de ahí ofrecer apoyo. Hoy estamos muy contentos de qué muchas de esas parejas continúan todavía sirviendo. Algunas están por ejemplo ayudando en el retiro de preparación para parejas en circunstancias especiales, y le damos gloria a Dios de ver frutos de estas parejas, así como también aquellos que han pasado por el retiro de familias y que hoy están sirviendo en sus parroquias”.
Algunos años antes de la pandemia el doctor Fermín se retiró hoy se mudó a otro estado dejando el liderazgo del retiro de familias en manos de Mario y Yazmin. La pandemia detuvo el retiro, pero esperan retomar muy pronto con esa importante misión.
“Es muy lindo a través de los años poder encontrarnos con tantas familias que han participado y que hoy ya son matrimonio o cursillistas y eso no da mucho ánimo para poder continuar porque también somos conscientes que, pues, no hay una familia perfecta y nosotros no somos un matrimonio perfecto, como la Sagrada Familia pero, nos damos cuenta de las maravillas de Dios poder criar a nuestros hijos en la fe católica y servir a otros”, dijo él
Mario nos contó que durante el retiro familias tienen una dinámica como un juego, en la cual hace un termómetro para ver cuán comprometida con su fe está la familia.
“Preguntamos si la familia reza diariamente, si tiene los sacramentos, si van a la iglesia en familia y podemos darle una evaluación como de uno a diez por ejemplo y la idea es que el año que viene cuando regresen al retiro puedan decir hemos subido el puntaje y ahora ya nuestros hijos tienen los sacramentos ya estamos con planes de casarnos con la iglesia o ahora rezamos en familia”.
Yazmin dijo: “Es lindo poder ver el fruto de los hijos por ejemplo, mi hija Emily comenzó a ayudar a Maria Batista como catequista asistiendo a una de las maestras en una clase y ahora ella ya se ofreció para ser catequista en nuestra propia parroquia ya sido un reto pero a mí me emociona mucho ver como mi hija ha crecido en su fe, preparando sus clases, hablando con los profesores de su escuela, diseñando un programa y su Power Point, y me llena de emoción ver a ella queriendo servir a los demás y no es algo forzado sino que sale de ella misma”.
Mario y Yazmin Porcayo tienen tres hijos Emily (18) Aidan (15) y Maya que acaba de cumplir 10. Para ellos la educación católica es muy importante.
“Queremos agradecer y reconocer la importancia que tenido en nuestra familia la educación y que nuestros hijos hayan podido estudiar en escuelas católicas y a veces pensamos que es muy caro o muy difícil, pero es cuestión de preguntar porque hay recursos y oportunidades si realmente queremos que nuestros hijos puedan beneficiarse de esta tremenda bendición. Podemos ver como ayudó a nuestro hijo que ya estaba teniendo algunos problemas en una escuela pública y como ahora él sabe hasta más de la biblia que yo”, él añadió.
Le pedimos que nos den un pequeño mensaje para las parejas al iniciar esta misión con la Pastoral de Familiar Diocesana. “Yo le diría a las parejas tres palabras: el amor, la esperanza y vivir la fe. Palabras claves para vivir y traer a nuestra familia. Las dificultades siempre estarán, pero si hay fe en Dios, todo es posible”, él concluyó.
Yazmin reiteró: “No somos un matrimonio perfecto, pero apegados a los caminos del Señor nosotros somos perfectibles. Todos tenemos dificultades, pero de la mano del Señor podemos caminar hacia delante”.
Mario pidió que todos oremos por ellos para que siempre puedan hacer el bien y la voluntad del Señor. El Comienza su servicio en la Pastoral Familiar en agosto.