Obispo Henning ofrece conmovedor mensaje en Misa de bienvenida en Español

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Providence: Con las palabras de la famosa cantante mexicana Ana Gabriel: “no tengo dinero ni nada quedar, lo único que tengo es amor para dar”; el nuevo obispo coadjutor de la diócesis de Providence Monseñor Richard G. Henning, comenzó su homilía ante más de mil fieles ganándose el corazón de los fieles presentes en su misa de bienvenida en español que se llevó acabo el viernes 27 de enero a las 7 pm en la catedral de San Pedro y San Pablo.

La Misa que había sido idea del mismo obispo, fue un evento multitudinario con una participación masiva de todas las parroquias con comunidades hispanas de la diócesis, así como movimientos apostólicos y grupos de devoción mariana.

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El obispo Henning, compartió en su homilía como él aprendió el español de una joven inmigrante, “Cuando yo era un sacerdote recién ordenado yo conocí a una señorita que se llamaba Teresita Peña que era una inmigrante que había venido a New York durante la guerra civil desde un pueblecito en las montañas de El Salvador”.

“Ella venía de una familia grande con padres ancianos y vino sola para trabajar como una doméstica en la casa de los ricos, para apoyar a sus padres y a su familia en circunstancias muy difíciles durante la guerra civil”.

El obispo dijo que ella era una mujer alegre, e inteligente que sacrificó sus sueños para ayudar a su familia y comunidad.

El obispo compartió como ella no sólo le enseñó el español, sino también aprendió de su ejemplo de cómo ella vivía su fe y acompañaba de cerca a los inmigrantes hispanos en el centro de la vida de su parroquia. “Cuando alguien tenía una enfermedad ella estaba allí cocinando por ellos, cuando alguien necesitaba ir a la corte ella los acompañaba y cuando alguien recibía noticias tristes de una muerte en su país ella organizaba la novena”, dijo el obispo.

“Ella nunca pensaba de sí mismo, siempre estaba sirviendo a los demás y le gustaba mucho cantar”.

El obispo contó que muchos años después cuando ella estaba ya enferma y cerca de la muerte, la visitó y ella le pidió que antes de hacer las oraciones y recibir el sacramento de la unción de los enfermos, que cantaran. Cerca de ella estaban las imágenes de Santa Teresita de Lisieux la pequeña Flor, y Santa Madre Teresa de Calcuta. “Ella era muy pequeña, pero con un corazón gigante”, dijo él.

“Esta mujer que nunca tuvo su propia familia construyó una familia en la Iglesia y ha participado en la construcción del reino de Dios”, él añadió.

“En este día en que yo estoy comenzando, quiero invocar tres Teresitas: Teresita de Lisieux, Teresita de Calcuta, y Teresita de Port Washington, quien era muy pequeña, pero era un gigante en la Fe y era mi amiga”, él añadió.

El obispo Henning conmovió a los presentes con su perfecto español, y su conocimiento de la cultura compartiendo un mensaje de fe, amor y esperanza. “Vengo aquí como inmigrante espiritual, he cruzado el mar en un barco para llegar desde Long Island, y estoy lleno de anticipación de caminar con ustedes en su jornada de Fe, pero necesito admitir; que no tengo dinero ni nada que dar, lo único que tengo es amor para dar”, él concluyó.

La gente se quedó muy feliz y llenos de esperanza con el mensaje del obispo. Muchos nos expresaron que sus palabras le llegaron al corazón y se identificaron con la historia de su amiga Teresita.

La misa fue un evento masivo y de unidad de todo el pueblo hispano, más de 1000 personas se dieron cita a la catedral representando sus parroquias, ministerios y su cultura.

Después de la santa misa, hubo una hora con actos culturales, y danzas folclóricas acompañadas por aperitivos étnicos de diferentes países de centro, Sudamérica y el Caribe.

El obispo Henning se quedó hasta el final del acto cultural disfrutando de las danzas, sacándose fotos, conversando con la gente y al final ofreciendo una bendición.

El evento fue organizado por el Ministerio Cultural y el Consejo Asesor diocesano del Ministerio Hispano.

Silvio Cuéllar es el Coordinador de la Oficina del Ministerio Hispano y Editor de nuestra publicación hermana El Católico de Rhode Island.