Durante la Conferencia Católica de los Obispos de los Estados Unidos el pasado otoño, Angel Studios ofreció un adelanto de la película que se titula "Cabrini". Esta película refleja el legado de Santa Frances Xavier Cabrini. Una mujer de origen ita-liano que trajo el Ministerio Cabrini a los Estados Unidos, ella y sus hermanas cuidaban de los huérfanos y los enfermos, particularmente los inmigrantes. La película muestra la ferocidad y la ternura de una mujer que nos enseña cómo se puede vivir comprometido a vivir como discípulo de Cristo. Yo los animo a que la vean. Yo me di cuenta del gran trabajo de la Madre Cabrini cuando me ordené como sacerdote, cuando comencé a trabajar con familias inmigrantes procedentes de Centro América.
Me sentí de alguna forma agobiado en el proceso de aprender a comunicarme y entender el idioma español. Mi director espiritual me recomendó que buscara la intersección de la madre Cabrini. Mientras mejoraba el idioma, comencé a sentir la gracia de una conexión humana. comencé a escuchar las historias de la gente y de su fe por el camino de la vida.
Las cuestiones de los inmigrantes y la inmigración son emocional-mente volátiles y fuente de mucha división y manipulación política. Por favor, tengan paciencia si entro en estas “aguas traicioneras” con algunas observaciones de la enseñanza social católica y de las Sagradas Escrituras.
Las enseñanzas católicas permiten y animan a los gobiernos a regular sus fronteras con flujo de inmigrantes. Usted debe de ver los efectos terribles del tráfico humano, al peligro que se exponen cuando cruzan las fronteras. más escandaloso es el estado actual de estos países que por décadas han tenido lideres tan malos que usan la inmigración como arma política. Mientras tanto, nos damos cuenta de lo que hacen los gobiernos y las fronteras, también sabemos que la Iglesia Católica sabe que los inmigrantes tienen miedo de ser perseguidos, y los que ya están aquí quieren cuidar y proteger a sus hijos. Este elemento de las enseñanzas de la iglesia está escrito en la biblia.
Israel no siempre fue la más rica ni la más potente de las naciones en el Medio Oriente, pero si la acusaban de darle la bienvenida a los extranjeros e inmigrantes. Y si bien fue así, los extranjeros, las viudas, los huérfanos y los pobres estaban protegidos por el mismo Dios. En el viejo mundo, la gente, y las tribus peleaban unos con otros. Ellos tenían miedo de ser asesinados por extranjeros. Esta postura bíblica de solidaridad y compasión era revolucionaria. Lo vemos hoy en día. Todos los seres humanos tenemos una dignidad inherente dada por Dios. Los gobiernos tienen el deber de poner orden y prosperidad en su gente. A la vez tienen la obligación de ayudarlos en sus necesidades, aunque vengan de diferentes culturas o naciones.
La iglesia católica universal por naturaleza tiene la antigua tradición de ayudar a los inmigrantes. En tiempos de guerra, hambre, desastres naturales, el clero de la iglesia, los religiosos y laicos siempre han ayudado a los inmigrantes.
Aquí en Rhode Island continuamos con este legado. No tenemos control de quien entra en nuestra comunidad ni cuando llegan. Esa es la responsabilidad del gobierno de los Estados Unidos. Nuestra responsabilidad como católicos es tratarlos con dignidad y compasión.
Cuando los inmigrantes buscan ayuda en la Diócesis de Providence ellos reciben guía de forma legal, servicios de traducción y ayuda básica como nutrición y ropa.
La gran dedicación de nuestro Ministerio Social les busca ayuda con habitación y trabajo. Estas acciones no son para convalidar o retar a los partidos en sus debates contemporáneos. Espero y rezo para que los hombres y mujeres de buena fe respondan de una forma humana a estos debates. Pero lo que sea, el interés de la fe católica no es una política. Nuestro interés es la gente. Vamos a seguir con nuestra misión de misericordia para todos, incluyendo los extranjeros.
La madre Cabrini fue una inmigrante italiana en un tiempo cuando fueron expuestos al odio y la discriminación. Ella fue una líder en una cultura donde las mujeres no tenían autoridad. Su fe y compasión la llevaron a luchar una batalla de prejuicios y crueldad a vivir y construir un "imperio de amor" que ha permanecido hasta hoy.
Madre Cabrini ¡Ruega por nosotros!
