Seminarista Jairon Olmos Rivera dá un paso más en su camino hacia el Sacerdocio

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PROVIDENCE - Una gran multitud se reunió para aplaudir y abrazar al hombre con sus vestimentas diaconales. Esto sucedió el sábado 13 de mayo en la Catedral de San Pedro y San Pablo, cuando la comunidad felicitaba a Jairon Olmos Rivera en ocasión a su ordenación como diácono.
El obispo Henning fue el celebrante principal en la misa de las 10:00 am y es su primera ordenación como obispo de Providence. También tuvimos la presencia de varios sacerdotes. “Estamos muy contentos y sean todos bienvenidos a esta bella celebración de la ordenación del diácono Jairon”, dijo el obispo, y le dio un saludo muy especial a la familia Olmos Rivera, a todo el clero, y a todos los presentes, en especial a los seminaristas, quienes describieron la ordenación “como un signo de ánimo” para los que se están preparando para el sacerdocio. El Obispo también expresó su humildad por haber llevado a cabo este evento. “También quiero decirles que me siento honrado como su nuevo obispo de tener esta oportunidad de participar en la vida de la Iglesia de esta manera, al imponer las mano, la invocación del Espiritu y la ordenación de un nuevo diácono” dijo el Obispo.
El diácono Olmos Rivera nació en Bayaguana ciudad del oeste de la República Dominicana, su padre trabaja en construcción y su madre en una fábrica de ropa. Él dice que su familia está bien unida. Él escuchó el llamado a muy temprana edad, fue monaguillo desde los 12 años e hizo una gran amistad con los sacerdotes y religiosos quienes inspiraban “ese deseo de estar más cerca de Dios y de su Iglesia” este sentimiento se debió a varios factores, Tuvo muchas influencias espirituales de parte de su párroco y su devoción por la Eucaristía. Ese mismo sacerdote era un misionero y lo inspiró para seguir el mismo camino. Eventualmente se inició en los Frailes Menores Capuchinos. Siendo un Fraile de la Orden de San Lorenzo de Brindis, en la ciudad de Mandinga cerca de la costa sur de la República Dominicana.
El diácono Olmos se inspiró y se unió a los Capuchinos por la espiritualidad de San Francisco de Asís el cual fue un santo medieval y “vivir una vida simple y con espíritu de oración” El tener una vida tan sencilla y servir a otros hizo énfasis para ver otra orden que se encontraba en la comunidad, la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Cardinal Sancha, una orden dedicada a ayudar al pobre, fundada en el siglo 19 por el
Cardenal español Ciriaco Maria Sancha. Antes de ubicarse en el país, él había visitado Rhode Island y New York ya que tiene familiares y amigos, e hizo un “lazo” con la Diócesis de Providence. Se ubicó en Rhode Island y su pastor era el padre Ruggieri, párroco de las iglesias de San Patricio y San Miguel.
Se hicieron muy buenos amigos y el recuerda que el padre Ruggieri le dijo que la Diócesis de Providence tenía una comunidad hispana grande y había una gran necesidad de sacerdotes hispanos. La semilla de su deseo por ser sacerdote y hacer un trabajo de misionero creció cuando fue a Brasil. Cuando descubrió su amor para compartirlo con otros a través de los frutos de la palabra de Dios.
El diácono Olmos Rivera será asignado a la parroquia de San Paul en la ciudad de Cranston y terminará sus estudios en el Seminario San John en Boston.
Muchos de los que asistieron fueron cautivados, “de verdad que fue una gran alegría que haya escuchado el llamado” dijo Camilla Urizar, quien asiste a la parroquia de San Miguel en Providence, “es hermoso ver un testimonio que nos da esperanza y así nos pueda guiar: dijo Nick Jones quien es un seminarista de la Diócesis de Providence al igual que Olmos juntos van al Seminario de San John.
“Nosotros entramos juntos al Seminario, esta es la primera vez que veo que alguien lo logre, en un minuto es un hombre común y corriente y al siguiente minuto, otro”. Jones dice que la lección más grande que aprendió fue la perseverancia.
Hay días en el seminario que tienes mucho trabajo y está lloviendo afuera y te preguntas ¿qué es todo esto?
Y señalando hacia el santuario dices, “esto es, ver la alegría de cómo ser un ministro y un instrumento de Dios para todo el mundo”.